Thursday, September 02, 2010

Vuelta de vacaciones. Punto y aparte

Ya estamos de vuelta al tajo, tres semanas y dos días de desconexión para unas vacaciones que a diferencia de otros años, este año han sido tranquilas, con viajes al litoral alicantino y a nuestro destino talismán cántabro.

La verdad es que leo mi anterior post y al escribir este un mes después me doy cuenta de como se me jodieron los planes previstos, pero uno, que ya está acostumbrado a estos lances pues ya no se queja. El caso, que lo que iba a ser un par de semanas de desgastar cubiertas de la bici se quedó en nada por una caida tonta en MTB.
Basta con desequilibrarse un poco en una zona poco técnica unida a mi falta de pericia sobre las ruedas gordas, apoyar la mano izquierda y a tomar vientos la bicicleta. Visita a mis amigos en Urgencias para ver que no había nada roto a pesar del dolor.
El caso es que a día de hoy, más de un mes después todavía me duele y no puedo coger la bici ni de lejos. Le daremos algo más de tiempo, no queda otra.



Pero no hay mal que por bien no venga. Los dolores en la espalda a los que hacía referencia anteriormente parecen superados. La solución... pues desproporcionadamente tonta para lo agudo del dolor: volver a las Pegasus de toda la vida, así de tonto y así de eficaz y lo mejor es que la cosa empezó a solucionarse desde el primer momento que volví con mis viejas amigas. Es lo que tiene abusar de zapas rápidas cuando no pesas 60kgs, que al final te jodes. Mola correr con poco peso en los pies, pero uno ha de ser consciente de las consecuencias que acarrea. (esto me pasa además por gilipollas, porque no es la primera vez). Álvaro, sé que no lees ésto, pero por si acaso aquí tienes otro dato en contra de tu teoría :-p

Por tanto, aparcada la bici y apto para correr he recuperado el ritmo de 5 días/semana que siempre me ha ido bien rodando sobre 1h a los ritmos que se puede rodar en verano.
Aprovechando en las zonas de playa alicantina, en el pinar de Guardamar, mientras la familia estaba en la playa yo me dedicaba a rodar, botella de agua en mano soportando la falta de brisa en cuanto te adentras en la zona de dunas. Lo dicho rodajitos de una hora a ritmos malillos compartiendo la soledad y el calor con algún triatleta de larga que por allí entrenaba también.



Una vez superado el stage alicantino emigramos a zonas de clima más benigno. Mientras media España se derretía por una ola de calor servidor dormía con colcha, se ponía una rebequita por las noches y corría a mediodía como un campeón. No me canso de correr por allí. El circuito por la playa de Merón en bajamar aderezado por las cuestas que remontan hacía la parte alta de los acantilados que la rodean es un placer (en la foto se ve parte del camino que sube al final de la playa y el desnivel a remotar hasta llegar a las casitas de la parte derecha de la foto, a partir de ahí sale una carretera que baja-para después subir a la vuelta- a la playa de Oyambre, para si tienes tiempo seguir hasta Comillas).
Han sido 8 días perfectos, buen tiempo, buena comida, el enano pasándoselo como tal... ha costado volver la verdad.



Y esto han dado de sí estas 4 semanas. Como muchos sabéis se avecinan cambios importantes en casa, con lo que haremos un punto y aparte en el tema deportivo y por ende en este blog. Esperemos retomarlo por noviembre o así, cuando sea será.

Salu2