Caño, eres grande

Es temprano, me tiran los femorales de los 13kms con cuestas de ayer, estoy sentado delante de mi ordenador para empezar la mañana del viernes y liquidar la primera semana de curro después de vacaciones. Como de costumbre, para coger fuerza, leo un par de blogs de amiguetes para comprobar que todo sigue en orden. Un link por aquí y otro por allá, me topo con la página de un amigo y leo en el menú de la izquierda donde lista sus andanzas "1250kms hasta París". ¿por qué será que no me sorprende?

Antonio es un tipo singular, le conocí hace unos años en el incipiente mundillo de corredores populares provinientes de elatleta.com. Y lejos de quedarse, como la mayoría de nosotros, en el encorsetado de las carreras de asfalto, de los parciales, los tiempos de paso desvió sus preferencias al mundo de la montaña, el ultrafondo, carreras por el desierto, por las landas francesas... y siempre con una sonrisa en la cara.

Je je , todavía me acuerdo las risas que nos echamos por las dehesas de Colmenar cuando decidimos ir corriendo, bajo el paraguas de las ideas de Luis desde Principe Pío a Manzanares el Real.

Es por eso que no me sorprende nada cuando repaso las fotos de su última aventura y le veo, pertrechado con su bici, extremadamente delgado sonriendo como siempre... cabalgando desde Burgos a París. Y leo su crónica siempre llena de optimismo y de alegría y me hace sentir como si fuese yo el que va montado en esa bici pasando por el valle de Loira, pedaleando bajo esas nubes negras para llegar a los pies de la Torre Eiffel y estar pensando ya en la siguiente aventura.

Eres grande tío.