Mi verdadera vocación

No, no es el mundo de los negocios, ni de la tecnología, no... ni mis queridas matemáticas, ni siquiera el atletismo o el ciclismo, no, mi verdadera vocación se presentó ante mi el sábado por la noche sin conocerla... amigos... voy a hacerme cantante.

Basto un micrófono, una PlayStation 2 en casa de unos amigos y un par de canciones para, sin haber practicado nunca (bueno, ahora me recuerdo en un karaoke de Gandía hace unos 4000 años cantando el "ya no hay trilobites en el mar" con los colegas) darme cuenta que tengo en Factor X, que puedo llegar a ser un producto (Risto dixit) y que puedo aspirar a llenar el Calderón micrófono en mano. Al menos eso es lo que me decía el jueguecito de karaoke en cuestión (singstar para más señas).



Pues eso, que me aviséis cuando sea la próxima edición de operación triunfo... además siempre he querido hacer Batuka :-)






De entrenamientos pues poco. Después del regreso de las vacaciones el fin de semana se ha reducido a una salida en bici de 61,7kms a 30km/h de media sufriendo como un capullo, porque a lo tonto llevaba un mes sin coger la bici, y 10kms el domingo en 41'35'' pasando mucho calor. A ver qué da de sí esta semana