Cof, cof

Pues finalmente la semana de descanso prevista se ha resumido en 51kms en 4 salidas... vamos que un día más de descanso que lo habitual el resto más de lo mismo. Eso sí, el sábado y el domingo las salidas han sido de las de recordar. Básicamente porque por fin, después de varias semanas sólo pisando asfalto por tener que correr de noche, me las he ingeniado para correr por Viñuelas. El sábado durante un poco más de una hora, unos 15kms, con niebla, aire y lluvia en la cara justo, como el amigo Murphy hubiese decidido, en el trozo más duro del recorrido, la cuesta de más de un km que va desde la tapia hasta la urbanización del Soto de Viñuelas. Y sobre todo barro, mucho barro, de todos tipos... del que te deja atascado, del que tienes que bajar el ritmo y subir las rodillas porque sino te la pegas fijo, del que se queda pegado en las zapatillas y no sale en un mes, del compuesto por arenisca que no resbala pero te deja los gemelos llenos de pedrecitas que te rascan... en fin una gozada: el susodicho barro, aire puro y soledad sólo rota por algún setero de los que buscaban guarnición para la comida de ese día.
El domingo, la idea era la misma, pero el cuerpo pedía algo de guerra y en lugar de 15 se quedaron en 13kms pero a un ritmo de los de 52'** al nivel de las mejores salidas en ese circuito.

Por lo demás un fin de semana frío y gris, por las noches el termómetro ya ha bajado de 0ºC y la caldera funciona a tope. Aún así el enano se ha cogido el primer catarro y tiene una tos de camionero (saludos desde aquí al gremio de los camioneros) que encoge el alma cada vez que tose. Para más inri Nuria se ha solidarizado con el pequeñajo y también malita ha pasado mal fin de semana. A ver cuanto duro yo, pero vamos, correr con pantalones cortos mientras llueve imagino que servirá para al menos curtir al sistema inmonológico y espantar un poco a los viruses