Cabreado y cascado

Era como estaba ayer por la tarde. Cabreado porque, aunque por supuesto me jodió muy mucho que me robasen mi MTB hace un tiempo, justo estoy planeando una prueba de MTB de larga distancia (esto sí es larga distancia que son más de 4 horas :-) ) de la que ya daré más detalles más adelante y me veo compuesto y sin MTB. Ya tengo un ofrecimiento al que estoy agradecido de corazón de montura para esa prueba aunque el donante creo que tiene las piernas muy largas y no sé yo si me llegarán las mías a los pedales de su montura. Pero aún sigo cabreado con el hijo de perra que me robo la bici a mi y a mi señora esposa (se la había regalada muy poquito antes) aquel día de eclipse solar.


He rescatado una vieja foto del 2003 con el amigo Javi, aka Womper, donde se ve mi vieja y modesta montura. Comprada en época de lesión de correr y que tantos buenos ratos me hizo pasar.

Ya os mantendré al tanto de mis evoluciones en la adquisición de montura, pero por ahora comprar (nueva) una no parece una opción.

Del título de este post me queda la parte de cascado: pues sí... hecho polvo estaba al llegar ayer a casa y eso que el lunes tocó descanso y vida familiar. El enano está imparable y cuesta seguirle el ritmo cuando le dan los picos de actividad por lo que quedarse en casa no es sinónimo de descanso.
Con síntomas de cansancio e incipiente catarro salí a correr. Un poco más de una hora con terreno variadito con los gemelos todavía tocados de las cuestas de la semana pasada ¡!? y con el estómago fastidiando. Aún así el ritmo no es malo y salvo el entreno del día más que dignamente. Eso sí después de cenar me arrastro hasta el sofá y llego al final del día con las fuerzas justas justas. Esta noche he dormido como un tronco y hoy parece que me he levantado mejor. A ver como transcurre el día