Escarbando

Y es que hay que sacar tiempo debajo de las piedras. Lejos han quedado las solitarias tardes en las que la casa estaba vacía y lo único que podía hacer era entrenar saliendo bien descansadito, pero claro, así corre y rinde cualquiera... ahora es cuando empieza a tener algo de mérito :-)

Unos ciclos acaban y otros empiezan, ya lo dice el amigo Talín en relación a su amadísima Zuri en este bonito post, y hay que reorientar la actividad deportiva y buscar huecos dónde no los hay y menos en estas fechas en las que el calor le anula a uno deportivamente hablando (estamos ya con 30ºC a las 20h30) durante todas las horas centrales del día, encogiendo las pocas horas de entreno posible a la madrugada o a la noche. Lo que hace el amigo Luis para mi es metabólica/física/filosóficamente imposible.

Con esto en la cabeza y siendo consciente de que hay que pasar página uno se escabulle como puede y algún hueco encuentra: 50 minutos pasando un calor de narices el miércoles pasado por el parque central, aka desierto de Mohave, y ayer, aprovechando que estaba de Rodriguez por una tarde, hinché las ruedas de la bici ignorando al sofá que me reclamaba desde el fondo del salón (decir fondo de mi salón da sensación de amplitud cuando realmente no la tiene... trucos semánticos para los hogares pequeños de hoy en día) para hacer unos 62kms a 30.32km/h de media que me dejaron como nuevo, y eso que las sensaciones los primeros 40 minutos no fueron muy buenas y que la sequedad del ambiente empezó a generarme algo de incomodidad respiratoria en los últimos 15kms y tuve que levantar el pie un poco.

En definitiva, dos granitos de arena más en la montaña que uno ya lleva de kms y kms acumulados de estos que no llevan a ningún lado pero que, poco a poco, te dejan huella.

Unas fotos de las vacances, que ya parecen lejanas en el tiempo...

Lavas en 'El Golfo', con el golfo de mi hijo a mi espalda

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Los Jameos del Agua