Pero yo, negándome a poner el cartel de "cerrado por vacaciones", a mi faceta de globero/corredor salí parapetado con la riñonera que permite llevar un bote de medio litro de agua con la idea de mover un poco el cuerpo.
La riñonera, comprada en visita a Amsterdam hace unos años, es una verdadera pesadilla. Si la pones a la altura de la cadera el bote, cuando está lleno de agua, no hace más que darte golpes en
la rabadilla y termina por subir, vía michelines para arriba, hacía la cintura y quedar demasiado suelto. Si lo pones en la cintura directamente, lo tienes que apretar tanto, a la altura de donde lleva los pantalones Julián Muñoz, que queda antiestético a la par de incómodo. En fin, que me pase 53 minutos encontrando la posición adecuada, encanjándolo con una farfolla por aquí, un hueso de la cadera por allá para que cuando fuese a beber se me descojonase de nuevo. En definitiva, que hoy me voy al parque que hay fuentes y, aunque tenga que parar cada 10 minutos, seguro que disfruto más.Para colmo hoy revisaba los entrenos del 2005 por estas fechas y joder... lo que corría :-) eran otros tiempos y otras responsabilidades.... when I had the half of the runner I'm missing today
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