Vacaciones

Pues otras navidades que se nos vienen encima como paso previo a dar carpetazo al año. Año duro, intenso, agotador... pero que ya llega a su fin con el colofón de un puñado de días de vacaciones.

Laboralmente ha sido un año de mucho curro y a lo tonto, se ha puesto en marcha un proyecto retador del que uno también ha puesto su granito de arena a base de alguna subida que otra del ritmo cardiaco y adrenalina a lo largo de todos estos meses. A lo tonto 10000 personas se están beneficiando de todo este curro y esperemos que sean muchos más en los años venideros.

Otra pieza de este rompecabezas ,que es la vida diaria, es la familia y los horarios a los que los curros de Nuria y servidor nos condicionan. Yo sigo empeñado en criar a mi hijo yo y no contratar a nadie que lo hiciese por mi y que me pudiese proporcionar algo más de libertad de movimientos aunque fuese un par de horas al día. En contra por tomar esta decisión tengo que mi flexibilidad horaria durante la semana se asemeja al de mis isquiotibiales, es decir, casi nula :) y que acabo muy petao al final del día.

A favor tengo que estoy educando a mi hijo yo y que estos meses años los recordaré toda mi vida y seguro que los echaré de menos cuando toque. Demostrando además que se puede ser un profesional útil y productivo sin incurrir en horarios spanish-gilipollescos a poco que uno encuentre el equilibrio.

Y la otra patita es la del deporte.... jejejeje. Pues poca cosa que no sepáis... 4 competiciones por hacer algo (15kms 3C, Mapoma, Cross Telégrafo -que tengo pendiente de contaos -y Behobia SS ). En este aspecto el año me ha enseñado que el cuerpo ya va pidiendo otras cosas más largas y menos intensas que antaño, condicionado por la bajada de intensidad obligada de los entrenos. Pero la verdad es que honestamente, la balanza en este aspecto, el deportivo me refiero, se va equilibrando de nuevo.

Pues con una foto de lo que quiero hacer al menos un día estas vacaciones me despido hasta el año que viene deseando una felices vacaciones a todos y que os dé el aire en la cara todo lo que podáis durante el 2009.

Vistas

Como prometí que no iba a quejarme más por no poder entrenar me ahorro comentarios de la semana que está acabando, ya vendrán semanas mejores.

Para compensar os pongo una foto de las vistas desde mi salón, que durarán hasta que la crisis se acabe y empiecen a construirme delante :(

Es por esto que todavía no tengo cortinas :) (pincha sobre la foto para que se vea algo más grande)

Pos paice que refresca....

2 entrenos nevando
1 con un chaparrón intenso
2 con un frío de la hostia.

Ese ha sido el balance de la semana pasada... joder con la ola de frío. Y eso que me gusta correr con fresco, pero lo de esta semana pasada ha sido cuanto menos divertido. Mucho me debe gustar este deporte porque la verdad es que la semanita era para quedarse en casa en el sofá, pero no hay nada que unas buenas mallas, un gorro y unos guantes (aunque siempre acabo remangado haga la temperatura que haga) no solucionen.

Mención especial merece el rodaje del sábado. Sobre las 10, justo al volver de comprar el Teo que viene con el periódico y el pan empezó a caer tímidamente. Un par de horas después la tormenta perdió toda su vergüenza y no paró de nevar hasta las 5 y pico. Y claro, no se podía desperdiciar tal situación y a la hora de la siesta, con el arroz a la cubana todavía asomando por el esófago me abrigué bien y a pisar nieve virgen... argghhhh qué gozada amiguitos.

Dejo alguna instantánea...


De lo que no tengo fotos es de los cándidos conductores de pijo-4x4 que salieron a pasárselo pirata con sus mastodontes por el campo y se quedaron atascados en una vaguada llena de nieve... una pena que me dieron, ya os lo imaginaréis.

Behobia-San Sebastián: O cómo intentar volver a correr en condiciones (parte II)

Lo mejor de esta carrera es el ambiente, sin duda, en el incomparable marco de una de las ciudades más bonitas de Europa durante el fin de semana de la competición se respira atletismo por todos lados, no en vano se desplaza muchísima gente desde fuera del País Vasco a correr, de tal manera que se hacía imposible encontrar una plaza hotelera si reservabas con retraso, como hice yo.

Al final una pensión un poco cutre en el barrio viejo dieron descanso a mis posaderas para llegar fresco a la carrera.

Lo peor de la carrera, sin duda, es la logística para llegar a la línea de salida. Desde que salí de la cutre-pensión hasta que empecé a correr pasaron tres horas, muchas de las cuales andando con el macuto (no me dejaron guardarlo en la habitación y tuve que cargar con él) ya fuese a la estación o a la línea de salida y todas ellas de pie, incluyendo casi 40 minutos a la fresca para evacuar.

A mi estas cosas me ponen muy nervioso, más de lo que la carrera en sí conlleva, con lo que cuando se dió el pistoletazo de salida ya salí algo cansado.

La salida está muy bien gestionada por tiempo acreditado, pero me llamó la atención lo estrecha de la misma para una carrera de más de 16000 corredores. Los dos primeros kms aunque se va deprisa se tiende a hacer un tira-para bastante incómodo y se pierde algo de tiempo. Aún así los 2000 primeros metros los pasamos a 3'30ypoco sin muchas dificultades. Es a partir del km3 (ver perfil de la carrera en la entrada anterior) donde empieza lo bueno, contínuos repechos para ir ganando altura. Sabía que la carrera era dura, pero pensaba que no lo iba a ser tanto. Especialmente dura se me hizo la subida a Gaintxurizketa, sobre el km 8, además el calor primaveral empezó a sobrarme.. vamos que no iba cómodo.

Con todo y con esto mantengo el tipo y paso el km10 para hacer sub1h17, pero es justo en la parte más benigna de la carrera cuando empiezo a flaquear seriamente. Intento tirar de pensamientos posivitos, de todo lo que me había costado llegar allí, pero no voy... recuerdo entrenos en los que había ido más deprisa que en ese momento. Es en el km15, en la parte llana de la carrera, pero con casi 20ºC (yo rindo con temperaturas sub 10ºC), pasando por un puerto pesquero (del que no recuerdo el nombre) cuando me da el parajón.

Aprieto los dientes para no perder mucho ritmo y mis zancadas cansinas me dirigen a los pies del alto de Miracruz, un kilómetro de subida y el resto ya es cuesta abajo. "Aupa Sergio!", se oye, La animación es impresionante y voy subiendo a ritmo pin-pan-pin-pan llevado en volandas por un público que te anima por tu nombre (éste viene impreso en el dorsal). Corono y esto ya está hecho...

Un pasillo interminable de gente de acompaña hasta la entrada de San Sebastián (estamos hablando de 4 kms seguidos) y a pesar de ir fundido la zancada se acelera para cruzar la meta en unos 1h18'38'' finales.

Los hubiese firmado allá en septiembre pero no en la línea de salida porque estaba para hacer mucho menos (honestamente, estaba como para acercarme a mis mejores tiempos). Bueno, pero las carreras son así, ya habrá otra, no me fuí descontento a casa.

En definitiva una carrera para repetir un año de estos, pero tomándosela con más calma... tiene muchos condicionantes para que no te salga la carrera perfecta

Behobia-San Sebastián: O como intentar volver a correr en condiciones (parte I)

Una de las cosas que tenía claras en el mes de Julio es que en otoño quería correr algo apetecible. Nada de diezmiles como antaño, esos me dan ahora una pereza terrible... algo de 20kms pa'rriba. Siempre había tenido en mente la Behobia-San Sebastián, había leido mucho sobre el ambiente que rodea a la carrera y tenía ganas de correrla. El caso es que para cuando me acordaba de ella siempre se habían agotado los dorsales. Pero este año me acordé y ouch... en una semana se acabaron los 16000 dorsales y no me quedó otra que apuntarme a la lista de espera pero ya con la mente en el plan B, el maratón de San Sebastián.

Pero en plenas vacaciones en La Palma (prometo un post sobre esta isla, que lo merece), en medio de la selva, me llega un email de la organización confirmándome una plaza para la Behobia. Alegrón tremendo y marco en el calendario el 9 de Noviembre como el día D.


El verano había transcurrido con algo de bici y con trotes tranquis, con lo que tenía base pero estaba a años luz de correr deprisa. A finales de Agosto empiezo a trotar un poco más en condiciones y doy por inagurada la temporada corriendo por San Vicente de la Barquera playa arriba-playa abajo.

Ahora bien, ¿cómo me planteo preparar algo sin casi tiempo entresemana?... bueno, pues con calma, cada día de entreno sería un pequeño logro y los objetivos eran simplemente acumular kms semana a semana y cuidar en no caer en catarros ni virus varios como el año anterior por las mismas fechas.

El simpático perfil de la carrera

Y el tiempo fue pasando: entre quedarme algún día sin comer aprovechando el hueco de la merienda en la guarde del enano, los consabidos trotes nocturnos, los fines de semana y las visitas de los abuelos día a día iba acumulando kilómetros y confianza. Cada entreno = una victoria. No sé de dónde sacaba la fuerza de voluntad, imagino que el objetivo me motivaba lo suficiente, pero el caso es que en 10 semanas logré hacer los 5 días/semana preceptivos aún a costa de terminar algún día cerca de las 23h.

Unos 65-70km/semana de media en 5 hrs/semana cimentaron una base decente, pero faltaba la calidad. Cuando quería dar caña no podía por cansancio y cuando podía (las menos veces) pues pasaba. Con estas cartas el tiempo iba dejando claro que me presentaría en la línea de salida con confianza pero lejos de hacer buena marca. Pero estaba asumido, no podía quejarme.

Y a lo tonto llegó en día 9 de Noviembre que había señalado en el calendario y a las 11 de la mañana estaba en la línea de salida con el dorsal 727 (primo y capicúa, que ya sábéis lo que me gustan a mi estas cosas) y con la incertidumbre de cómo podría rendir en los 20kms que me esperaban....

Hola ¿hay alguien?

Buff, lo que cuesta ponerse a escribir después de tanto, tanto tiempo. Siempre pensaba que el día que volviese a escribir por aquí tendría que ser con un post de vuelta memorable, digno de recordarse y el caso es que vuelvo a escribir, pero estoy escasito de prosa. Será como el volver a entrenar después de un tiempo de sequía, hay que dar un poco de tiempo antes de volver a rendir de nuevo.

¿Y por qué de nuevo por aquí? pues no sé si será por que hoy estoy especialmente animado al saber que me va a bajar la hipoteca :) o que me he puesto nostálgico o yo qué sé que... pero vamos a darle un empujón de nuevo a este rinconcito. Lo que tengo claro es que nada de resúmenes semanales de entreno y nada de penas de que si hoy no entreno y que mañana tampoco... a ver si podemos ser un poco más constructivos y variaditos. Y no, no es que me dedique ahora a la escalada (a pesar de la foto :) ), pero el deporte no lo es todo e intentaré ser menos monotemático

El caso es que en este año, el segundo otoño-invierno sumido en la oscuridad del deporte (por aquello de entrenar de noche) mi visión ha cambiado radicalmente y aunque estoy entrenando más de lo que esperaba, que no bien, mi cuerpo y mente han terminado de aceptar que las cosas no se pueden forzar y han de fluir como vayan viniendo, trivializando en la medida de lo posible todo los aspectos de la vida que se puedan trivializar...

Y después de este momento Zen declaro inagurado de nuevo este sitio, y para los que estéis por ahí, un abrazo.