Stop and go

Cadel Evans no es un corredor al que le tenga mucha simpatía, de hecho él mismo se ha forjado la fama de gruñón y borde, pero se merecía por una vez subir al cajón más alto del podium tras una carrera en la que siempre se quedaba mirando al primero desde abajo. Pero ayer lo consiguió en Mendrisio, en los mundiales de ciclismo, dar un hachazo en el momento justo a unos 3kms de meta. Ni siquiera levantó los brazos al llegar a meta, daba la sensación que ni se lo creía, que se había quedado bloqueado.
En una carrera en la que no gana el más fuerte, sino el más listo y el que sabe estar en el sitio adecuado en el momento justo. Las tácticas y el pinganillo ayer beneficiaron al australiano y perjudicaron a muchos otros, como a Samuel Sánchez, que tenía fuerza para ganar de sobra (se le vió cabecear con resignación cuando desde el coche le pararon un ataque) pero su sacrificio le valió a Joaquín Rodriguez una medalla de bronce. Pero como esto es una competición por equipos pues todos contentos ¿o no?
Mención especial merece el suizo Fabián Cancellara. Qué barbaridad, qué manera de mover la bici y mover desarrollo, era él contra todo el pelotón. Nadie se atrevía a darle un relevo, tanto era el miedo -justificado- que se le tenía. Esparataco llegó exhausto en 5ª posición, pero más exhausto debió llegar el pedalier de su Specialized de aguantar ese derroche de watios.



¿y yo?

Pues utilizando terminología automovilística pues estoy sancionado con un "Stop&Go". Tal fue el buen punto de forma de este verano que ahora lo estoy pagando con una caida lógica de forma. No voy ni para atrás corriendo y en la bici (sólo 83kms el domingo a 30 de media de charla con amigos/as que hacía mucho que o hablaba con ellos/as y tenía ganas de compartir unas palabras ;) ) pues bien, pero con una salida a la semana tampoco se puede pedir mucho.
Trastoca un poco los planes que tenía para octubre/noviembre, pero tampoco pasa nada, así simplifico mi vida un poco hasta que vuelva a coger el punto.