Friday, September 29, 2006

Sitios

El tiempo va dejando en la memoria sitios por dónde nos hemos dado una carrerita, por dónde hemos corpartido unos kilómetros con amigos o lo hemos rodado en solitario. Momentos imborrables que forman parte de las vivencias de uno mismo ya sea por lo especial del lugar o por lo especial del momento. He aquí algunos de los que no creo que olvide:

Pedriza, invierno del '2000poco', una manto de nieve recién caida reune a un puñado de corredores a recorrer los 16kms de la ruta que ya es un clásico de las navidades. Nos hundimos hasta las rodillas en la nieve. Inolvidable

San Francisco, 2005. El viento del Pacífico golpeando la cara, la niebla se aferra al Golden Gate justo enfrente mío y a la derecha la Bahía brilla incensantemente danto luz a la ciudad ¿Dónde hay que firmar para venirse a vivir aquí?

Innsbruck 2005. Otra vez la nieve. Justo el día antes un paisano me dice que apenas les había nevado y la noche le quita la razón dejando un manto que me dedico a desvirgar a las 7 de la mañana. Me cruzo con varios perros y los dueños se preguntan por qué sonrío de esa manera. Era increiblemente feliz.

Annecy (Alpes franceses) 2004. Una perla desconocida, un lago rodeado por los Alpes presidido por una preciosa villa encantadora. Nuria me acompaña por el carril bici. Las jóvenes parejas francesas con su prole se dirigen a las playas del lago y yo corro desbocado abrumado por el paisaje. Se me olvida que hay casi 30ºC...

San Vicente de la Barquera 2006. La escarpada costa a un lado, los Picos de Europa de frente y a sus pies esa pequeña villa cántabra reflejada en el agua del mar. Apenas me cruzo con nadie, son casi las 8 de la tarde y la marea ha dejado la arena brillante y dura. Se me olvida lo que duele que se acaben las vacaciones.

Central Park, NY 2003. Otro símbolo más de los contrastes de la cuidad. 10 kms de circuito por medio de un parque brutal rodeado de un bosque de cemento. La ciudad merece la pena ya sólo por ese parque. Nuria me acompaña en bici, sabía que soñaba correr por ese parque y disfruta tanto como yo.

Regent's Park, Londres 2001. 6 de la mañana, 11 de septiembre del 2001. Un viaje del doctorado me lleva a tierras sajonas y aprovecho para quedarme unos días y conocer Londres... y me enamoro de sus parques. Corro pegado al estanque dónde el sol del amanecer me ciega, el intermilable manto de césped amortigua mis zancadas. Nuria duerme, yo corro.. ambos ajenos a lo que sacudiría el mundo unas horas más tarde.

.... ¿cuáles son los vuestros?

4 comments:

emonje said...

Sin duda el mejor fue una cinta de correr en noseque hotel de noseque ciudad... una morenaza al lado con un top y unas mallas que no dejaban nada a la imaginación... uff, los pelos como escarpias solo de recordarlo.

En serio ahora y por poner solo uno, la carretera de las aguas de Barcelona una mañana pronto después de llover toda la noche. Las luces de la ciudad todavía encendidas y el cielo más limpio que he visto nunca. Y apunta también todas las que han sido por sierra de Gredos y por La Pedriza.

226 said...

Hace un par de meses una hora y pico de carrera por no se que acantilados, haciendo lo que me gusta, con quien me gusta y a gusto.

Spanjaard said...

En octubre el cañón del Duraton
En enero, nevado, el dique del Ijsselmeer por donde te llevé desde Amsterdam.
En verano, las praderas y glaciares del Kesch y cimas entre el Albulapass y Scalettapass (CH).
El primavera, pongamos que la carretera de la Republica de bajada con sus manchurrones de nieve.

Sergio said...

Coño... olvidaba las dos horas por los diques con Nuria (en bici de nuevo :-) ) y vos.