Blank week

Esta semana va a hacer dos que me torcí el tobillo y, por ende, no salgo a correr. Aunque el pie ya tiene un aspecto normal, salvo una pequeña inflamación a la altura del tobillo sólo visible cuando se compara con el otro pie, todavía me noto el pie un poquito suelto y sin confianza para correr.
Y de la bici casi que mejor tampoco hablamos, este fin de semana que se suponía que iba a ser de un montón de horas sobre el sillín se ha quedado en una salida de 61kms el sábado acompañado, eso sí, durante unos kilómetros del español con más IMs a sus espaldas (clasificación ésta oficiosa), Carlos Ramirez. Salida tranquila y cuyo único propósito era mover las piernas un poco y sudar el incipiente resfriado que finalmente me hizo pasar el sábado por la tarde con dolor de cabeza viendo llover por la ventana (hacía tiempo que no veía llover con tanta intensidad) y el domingo moqueando tirado en el sofá de casa.

Bueno, casi lo olvido, puedo añadir a la agenda deportiva de esta semana una de las pocas actividades que podría practicar solo durante horas y horas... la de tirar tiros a canasta. El caso es que en frente de casa de mis cuñados han puesto un par de pistas multiusos, y una horita que me estuve yo solo, entre críos jugando al fútbol, practicando mi famoso tiro de larga distancia más allá de la línea de 6,25. Caray lo que echaba de menos jugar al baloncesto y caray lo desviado que tenía el punto de mira. Agujetas tengo todavía en los brazos desde el viernes pasado.

En definitiva, con unas ganas locas de calzarme las zapatillas de nuevo y ponerme a correr, se me está haciendo largo, largo