David Meca

Además de ser nadador de ultrafondo de élite y show-man, David Meca se dedica a dar sesiones de motivación y ayer tuve la suerte de asistir a una. Y digo suerte porque, aunque me gusten cero este tipo de cursos (de hecho en lugar de motivado suelo salir cabreado), éste fue muy distinto hasta emocionante diría yo.

Meca parece un tipo sencillo, será como yo de alto pero bastante más delgado, menos de 70kgs y su complexión no parece en abosoluto la de un nadador que es capaz de pasarse más de 20 horas enfundado en un neopreno luchando contra el frío mar.

La sesión en sí es sencilla, nada de powerpoints... no no. Se dedica a contar su historia como nadador de ultrafondo y el cambio radical que le supuso ser acusado de dopaje allá por el 99, lo que le condujo a dedicarse a afrontar retos para demostrar su inocencia. Desde el primero que consistió en nadar desde la prisión de Alcatraz hasta la costa de San Francisco hasta el último uniendo la Península con Ibiza rozando casi la muerte, David cuenta estos retos con infinita sencillez, como la de cualquiera de nosotros contando nuestra última carrera en nuestro blog de turno y siempre hablando siempre en primera persona del plural, en clara deferencia a su equipo.

Sé que a mis compañeros la charla en sí les emocionó, pero como amante del deporte a mi me toco especialmente, estoy seguro. Y no hace falta hacer sólo referencia a la larga distancia, no. Cuando contaba que las lágrimas del dolor le llenaban las gafas y tenía que quitárselas me venía a la cabeza algún cross en los que en los últimos kilómetros casi te daban ganas de llorar intentando alcanzar al de delante y que no te cogiese el de atrás y todo esto con el corazón a 200ppm y sufriendo como un animal. O como cuando tras nadar más de 20 horas uniendo Tenerife con Las Palmas en los últimos compases de la travesia volaba sobre el mar jaleado por la gente cuando apenas 15 minutos antes no podía subir los brazos para completar una brazada, yo recordaba el paso por Sol en el maratón de Madrid dónde la gente te lleva o los últimos metros por el paseo de Prado... sensaciones parecidas, a una escala menor por supuesto, pero que al final es lo que nos diferencian a los que amamos el deporte de fondo.

A pesar de todos los kilómetros que lleva en sus hombros, a pesar de haberse convertido en una estrella mediática, en llevar una camisa con 10 patrocinadores, a este chaval todavía se le saltan las lágrimas cuando cuenta las últimas 5 horas nadando a un brazo camino a Ibiza. Bueno, creo que es licenciado en arte dramático y puede que estuviese actuando, o quizás fuese por la alergia, pero yo prefiero pensar que no....