Nuevas coordenadas

Como ya os adelantaba en mi anterior post hemos estado de mudanza estos días. Todavía hay una habitación clausurada llena de cajas -quién iba a pensar que pudiese salir tanto trasto de un piso de 60m2- pero ya tengo localizados el cola-cao, las cosas de correr y el adsl funciona, con lo que ésto ya va pareciéndose a un hogar.

No pensaba que fuese a ser tan paliza lo de la mudanza, nunca había hecho ninguna, y la verdad es que han sido tres días agotadores. Prueba de ello son las pedazo de cenas que me metía en casa de mis cuñados, que amablemente nos han ofrecido asilo estos días, me comía lo mío y lo del vecino. Pero vamos, pocas cosas más placenteras hay que comer con hambre de haber quemado calorías.

No quisiera dejar pasar esta ocasión para rendir alabanza a los muchachos rumamos de metro noventa que vinieron a empaquetar las cositas y traerlas a nuestra nueva ubicación. Qué pollos! Unos tirillas de poco más de 20 años que cogían cajas con un desparpajo de la hostia, eso sí... luego vas a cogerlas tú para recolocarlas y a la segunda caja estabas con la riñonada jodida en el sofá... mucho deporte, mucho 2x10, pero somos unos blandos.


En fin... de deporte ya os hablaré la semana que viene.