Pies

Ayer, cuando me descalzaba en casa me quedé mirando a mis pies durante un rato, como siempre están ahí pues nunca se les presta atención, pero ayer no sé por qué razón me quede mirándomelos.

A poco que analices se ven las marcas de todos los kilómetros de estos últimos años, más de 20.000, callos que protegen las puntas de los dedos, durezas que en su día fueron llagas en la planta, las uñas pequeñas algo deformadas, un par de derrames bajo las uñas; uno del maratón y otro de un taburete que impactó en el dedo gordo tras lanzamiento del mismo por mi primogénito....., alguna ampolla que otra y unas plantas suaves y lisas.

Todo un reflejo de estos 10 años de correr sin saber bien a donde. Han pisando asfalto, tierra, hierba, nieve, charcos y siempre han estado ahí sin quejarse de mis 70 y pico kilos. Y como homenaje, y porque tampoco tengo mucho más que escribir estos días, sirva este post como acto de agradecimiento a los mismos.



¿Entrenos? pues después de una semana de subidón tras el maratón en la que me hubiese inscrito en 20 maratones más, ha venido una de bajón, sin objetivos claros, más lento que una torguga y con más ganas de descansar que sufrir. Aún así, como Nuria esta semana viene antes y puedo salir a horarios normales (qué alegría encontrarse tanta gente corriendo :-) ) no es plan de desaprovechar la ocasión y ya llevo 3 días del tirón (50',58' y 55' respectivamente). Buscaremos algo en el calendario para darnos vidilla, aunque poco hay que no sean carreras cortas y carreras de montaña.