Por fin tenemos Tour

Por fin hoy el Tour ha enseñado la cara que todos queríamos ver: la de los finales en alto, la de los ataques, la de los favoritos retorciéndose sobre sus bicicletas con la mirada perdida y los pómulos hundidos.

La apuesta de un Tour que se lo juega todo en la última semana ignorando a las grandes montañas de los Pirineos y evitando los finales en alto (ya no tenemos más en todos los Alpes) no ha gustado, el espectador manda, lo siento, y aunque en algunos sitios se define de poco entendido al que no le gustase este Tour lo cierto es que son etapas como las de hoy las que definen a esta carrera. No lo son las etapas de desgaste que hemos venido viendo hasta ahora y que sólo nos gustan a unos pocos que nos tragamos cualquier cosa de ciclismo que echen por la pantalla.

Nos espera una semana apasionante, a pesar de que no tenemos finales en alto hasta el sábado en el órdago del Tour de este año: la cima pelada del Mont Ventoux. No tendrá desperdicio la crono de Annecy y en las etapas de Alpes, a pesar de no acabar en alto, los favoritos tendrán que atacar a Contador.

Un Contador que hoy ha dado un golpe de autoridad brutal sobre la mesa. Sus pedaladas destilaban rabia y eran como pequeñas puñaladas a la moral de Armstrong (soberbio por cierto) que sabía que este era su destino, tarde o temprano, en este Tour. Aunque, todo hay que decirlo, el gesto de Kloden tirando del grupo no me ha gustado nada de nada. Pero Astana debe reconocer quién es el lider sin duda alguna ahora y todos incluido el de Austin deberán tirar y proteger al de Pinto.

Mención especial merece la etapa del viernes... defraudó un poco por que los favoritos no se movieron nada, aunque no era el día la verdad. Pero por ahora para mi es la etapa más bonita... la imagen de Haussler llegando roto, empapado y llorando tras más de cuatro horas escapado es de las que engrandecen a este deporte...